¿Qué son los proyectos empresariales?
A la hora de iniciar un nuevo proyecto hay una serie de documentos previos que nos ayudarán a dar forma a nuestro proyecto, conocer el sector en el que vamos a emprender y otros factores importantes que nos ayudarán a aumentar las posibilidades de viabilidad. Uno de estos documentos es el proyecto empresarial, donde se reflejan además de los objetivos del nuevo negocio los pasos a seguir en la fase inicial y que posteriormente podrás utilizar como instrumentos de seguimiento y control.
El proyecto empresarial sirve al mismo tiempo como estudio de la viabilidad de un nuevo proyecto de empresa o negocio y como plan de actuación y seguimiento, por lo que es una gran ayuda y apoyo para tomar decisiones relevantes. Al mismo tiempo, sirve como carta de presentación para conseguir inversión para tu negocio e incluso para gestiones legislativas, por lo que es importante redactarlo correctamente y con toda la información necesaria:
Financiación. En la mayoría de empresas se precisa de una inversión inicial importante que requiere de inversión privada, ya sea pidiendo un préstamo bancario o con inversores particulares, pero también es interesante averiguar si podemos beneficiarnos de alguna ayuda o subvención para emprendedores.
Administración. Es muy importante que cuentes con la ayuda de un profesional administrativo, como un gestor, para estar al tanto de todos los impuestos, organismos y documentos que afectan a tu empresa y que debes presentar correctamente cumplimentados para poder registrarla siguiente la normativa actual.
Sector. Al mismo tiempo que es importante definir tu proyecto al detalle, es igualmente importante analizar el sector en el que la nueva empresa va a realizar la actividad económica, la competencia y, en esencia, si la empresa tiene cabida en la situación de mercado actual.
Consideraciones previas para elaborar un proyecto de empresa
Realizar un proyecto de empresa no es algo que se decida de la noche a la mañana y que requiere de una reflexión y preparación previas. Es por eso que antes de ponerte a elaborar este documento te recomendamos que tengas en cuenta las siguientes consideraciones previas:
Descubrir una oportunidad de negocio. Esta situación puede llegar tanto por casualidad como tras un exhaustivo análisis del mercado. Aquí se identifica que en un mercado existe una necesidad o puede llegar a existir y que nosotros podemos ayudar a cubrirla con nuestro proyecto empresarial. Si cuentas con una red de contactos puedes consultarles sobre tu idea para valorar si verdaderamente es interesante y viable.
Lanzarse a emprender. Este es un buen momento para realizar un plan de viabilidad, estudiando la competencia, el entorno, el mercado y nuestras propias posibilidades de emprender con el proyecto de empresa. Nuestras habilidades y competencias deben estar a la altura, pero también necesitaremos de financiación (puede que necesitemos inversión externa) e incluso la contratación de personal especializado.
Elaborar y definir el modelo de negocio. Si verdaderamente existe esa necesidad en el mercado y tenemos posibilidades de emprender con una idea de empresa, debemos desarrollar a grandes rasgos el negocio que queremos emprender. Partiremos de una idea que desarrollaremos poco a poco: definir el producto o productos concretos, qué tipo de empresa va a ser, concretar la competencia, si es necesario subcontratar, proveedores y distribuidores, etc.
Tras todas estas reflexiones e información conseguida podremos vislumbrar la viabilidad del proyecto. En caso favorable podremos comenzar a desarrollar al detalle el proyecto de empresa.
Partes de un proyecto empresarial
Si no tienes mucha experiencia elaborando este tipo de documentos, puedes seguir estos pasos para asegurarte de que incluyes toda la información necesaria y en un orden correcto:
Información del proyecto. El inicio proyecto empresarial debe identificar tu empresa con algunos datos básicos como el nombre, la ubicación, el ámbito de actuación y la forma jurídica que adoptará. También es interesante añadir datos sobre la persona al frente del proyecto, tanto como responsable como director.
Descripción del proyecto. En este punto debemos profundizar más sobre la futura empresa, el tipo de actividad y el sector, describiendo la situación actual y mencionando brevemente a la competencia tras un análisis previo. Si hemos realizado análisis DAFO y PEST, lo que se recomienda hacer, se pueden añadir algunos datos o conclusiones clave extraídas en ellos.
Plan de marketing. Aquí podemos ayudarnos de las “4 P” del marketing para definir nuestro producto principal, precio establecido fundamentado en el estudio de mercado, la promoción que realizaremos para vender el producto y la estrategia de distribución del mismo.
Plan de producción. En este punto debemos describir los recursos y capacidades de las que disponemos y cómo necesitamos organizarlos para realizar la actividad económica de forma que el proyecto resulte rentable.
Plan financiero. Al igual que informaremos de los recursos de los que ya disponemos, también debemos describir y justificar la necesidad de otros que podrán tener lugar con financiación externa, así como la previsión de su rentabilidad a medio/largo plazo.
Plan de recursos humanos. Un proyecto suele necesitar de la participación de varias personas además del fundador o persona que emprende la idea, y es importante saber identificar las necesidades de la empresa para conseguir el equipo humano adecuado y capacitado para poder cumplir estas funciones.
También puedes incluir el plan de viabilidad o servirte de él para hacer más completo el documento de proyecto empresarial.
Cómo elaborar un proyecto empresarial paso a paso
La planificación es la clave del éxito, y si sigues estos pasos para elaborar el documento del proyecto empresarial conseguirás que sea sintético, claro y completo, con la información debidamente estructurada y organizada:
Desarrolla tu proyecto. Para comenzar, es necesario definir tu proyecto al detalle, incluyendo la visión y misión del proyecto, el tipo de actividad, el producto, etc. Siempre intentando que la información sea atractiva y el proyecto transmita potencial y coherencia.
Define el público objetivo. Conocer a tu cliente potencial es tan importante como conocer tu producto, pues sabrás identificar sus necesidades y comportamientos y cómo tu producto puede aportarle valor. Esto también implica estar pendiente de las tendencias cambiantes, pues el comportamiento de los consumidores se rige en parte también por ellas.
Analiza el sector. Cada sector y mercado tiene unas particularidades diferentes y específicas que debes conocer para saber cómo tu empresa puede ganarse un hueco en él y ser rentable. Al mismo tiempo debes identificar a tu competencia para poder diferenciarte y posicionarte como prioridad frente a tu cliente final o inspirarte en algunos de sus comportamientos exitosos.
Planifica los costes. Si prevés con antelación los costes que tu empresa puede tener a corto y medio plazo, sabrás cómo anticiparte para sobrellevarlos sin problema y que la administración del proyecto sea eficaz y rentable.
Traza una hoja de ruta. Establece unos objetivos y una estrategia para conseguirlos de modo que tengas un plan que después puedas medir para valorar resultados y aprender cómo mejorarlo en el futuro.