Hoy en día, las personas que tienen interés en prolongar su vida laboral, tienen acceso a una alternativa que se los permite: la jubilación parcial. Se trata de una figura vinculada a la seguridad social que permite aprovechar las capacidades que tienen las personas que están en edad avanzada pero que, sin embargo, se encuentran en un excelente momento en lo que respecta a sus facultades, tanto físicas como intelectuales. A continuación, te vamos a contar todo sobre la jubilación parcial, sus beneficios y sus inconvenientes.
¿Qué es la jubilación parcial?
Para definir la jubilación parcial, podemos decir que se trata de una figura de la seguridad social orientada a todas aquellas personas que hayan cumplido los 60 años y que posean la totalidad de los requisitos para acceder a la pensión de jubilación, con excepción de la edad. Esta figura lo que les permite es continuar su trabajo, pero a tiempo parcial, mientras perciben una pensión por jubilación. Así, la persona puede recibir un salario proporcional en función del tiempo trabajado a partir de este momento, a la vez que recibe una parte de la pensión de jubilación.
En otras palabras, se considera jubilación parcial a aquella que es comenzada después de cumplir los 60 años, al mismo tiempo que se pasa de un contrato laboral de tiempo completo a uno de tiempo parcial. Ello, vinculado o no con un contrato de relevo con un trabajador en situación de desempleo o que tenga concertado con la empresa un contrato relacionado a una determinada duración.
Algo que se debe tomar en consideración es que la jubilación parcial está pensada como una manera de acceso progresivo a la jubilación completa. Esto quiere decir que lo que se busca con ella es darle la posibilidad al trabajador de transicionar de una vida laboralmente activa a una vida de descanso.
Teniendo esto en cuenta, podemos decir que existen dos tipos de jubilación parcial, que son:
La jubilación parcial con contrato de relevo
Se da en los casos en los que el trabajador accede a la jubilación parcial y la empresa se ve en la necesidad de contratar de forma simultánea a otro trabajador para poder relevar al primero. Así, el trabajador que desea la jubilación parcial tiene que contar con un contrato de jornada completa con la empresa.
En lo que refiere al trabajador que ejerce el relevo, este puede ya pertenecer a la empresa o puede ser una persona que se encuentre en situación de desempleo y la duración de su contrato como relevo debe ser indefinida o en el tiempo igual al que le resta al trabajador sustituido para llegar a los 65 años.
La jubilación parcial sin relevo
En este caso, no se le exige al trabajador que solicita la jubilación parcial tener un tiempo mínimo trabajando con la empresa, pero debe tener la edad normal de la jubilación. La persona debe tener un período mínimo de cotización de al menos 15 años anteriores a la fecha.
¿Qué requisitos tiene?
Hay una serie de requisitos que un trabajador debe cumplir para poder solicitar la jubilación parcial, dependiendo de cada tipo de los anteriormente mencionados.
En los casos en los que se accede a la jubilación parcial por relevo, la edad para ella es de 62 años si se tienen cotizados 35 años y tres meses como mínimo. En caso de tener 33 años acreditados de alta en la Seguridad Social, el mínimo de edad es de 63 años. Además, se deben tener al menos 6 años en la empresa y la base de cotización será del 75% de lo que le hubiera tocado trabajando en jornada completa.
En lo que respecta a la jubilación parcial sin contrato de relevo, se debe haber llegado a la edad legal de jubilación, de 66 años y se tienen que haber cotizado al menos 15 años en la Seguridad Social, siendo al menos 2 de ellos entre los 15 anteriores a la solicitud. Al mismo tiempo, en este caso, la reducción de la jornada se debe establecer en al menos un 25%, con un máximo de 50%.
Pros de la jubilación parcial
Dentro de las principales ventajas que pueden destacarse de la jubilación parcial para los trabajadores encontramos las siguientes:
Se sigue cotizando a la Seguridad Social
Si bien se aplica una cuota diferente, que es del 2% para trabajadores por cuenta ajena, 6% para empresas y 8% para autónomos, el trabajador sigue cotizando a la Seguridad Social. De esta manera, se puede acceder a una mejor pensión de jubilación al momento de hacerla total, lo cual es un beneficio particularmente para quienes han cotizado menos tiempo.
Igualdad de ingresos
Aunque depende de cada caso, se percibe parte del salario y parte de la jubilación, llevando a que, en general, la persona acabe teniendo el mismo nivel de ingresos pero trabajando menos horas.
¿Qué se pierde con la jubilación parcial?
Sin embargo, también hay ciertos inconvenientes vinculados con la jubilación parcial, pero estos dependerán de cada caso en particular. Algunas de estas desventajas son:
No es algo accesible para todas las personas
Considerando los requisitos que hay que cumplir para poder acceder a esta jubilación, no es algo que sea aplicable a todas las personas por igual.
Menores ingresos
Hemos dicho anteriormente que las personas que acceden a la jubilación parcial suelen percibir los mismos ingresos a la hora de sumar el salario restante y el proporcional de la jubilación. Sin embargo, esto va a depender de cómo haya sido la cotización de la persona.
Siguiendo lo mencionado a lo largo del artículo, la jubilación parcial es una buena alternativa para que las personas vayan ingresando en la vida de descanso de manera progresiva sin desligarse por completo de la actividad laboral. Es, además, una buena posibilidad para las personas que no han logrado cotizar lo suficiente a lo largo de los años, por distintos motivos. Por eso, es importante informarse respecto de los requisitos que se deben cumplir en cada caso para poder acceder a la jubilación parcial.