Son muchos los trabajadores a los cuales les gusta escuchar música. No solo para concentrarse en su tarea, también para que el turno se haga más corto y así conseguir una mayor productividad. Pero no siempre las empresas están de acuerdo en que sus trabajadores escuchen música.
Hoy vamos a intentar ver cuándo se puede prohibir escuchar música y si realmente es legal escucharla durante el horario laboral. Vamos a resolver las dudas más comunes.
Beneficios de escuchar música en el trabajo
Antes de entrar en detalles, siempre hay que escuchar música a través de un dispositivo que garantice una buena experiencia sonora. Decimos esto porque la música que no se escucha bien en vez de ayudar perjudica. En https://zococity.es/ podemos ver una amplia variedad de dispositivos que pueden ayudar a los trabajadores a escuchar música. Se puede optar por altavoces para que todos los trabajadores escuchen la música o auriculares para que cada trabajador escuche la música que realmente le gusta.
Comentado ese detalle pasamos a ver los principales beneficios de escuchar música en el trabajo.
- Estado de ánimo: a través de muchos estudios se ha demostrado que la música ayuda a los trabajadores a mejorar su estado de ánimo. Cuando una persona está más contenta, su nivel de estrés es más bajo, es decir, se consigue que el ambiente laboral sea más positivo. Por ese motivo, son muchas las empresas que recomiendan escuchar música a los trabajadores, sobre todo cuando el trabajo es bastante estresante.
- Productividad: la música es una gran herramienta de concentración. Cuando un trabajador está concentrado en lo que hace, siempre es capaz de producir mucho más. La música es una herramienta muy útil en todo tipo de actividades, incluidas las repetitivas. Además, la música ayuda a aumentar la velocidad y la calidad del trabajo que se realiza.
- Ruido: la música ayuda a olvidarse del ruido del ambiente, motivo por el cual ayuda a concentrarse en lo verdaderamente importante, el trabajo que se está ejecutando.
- Creatividad: puede estimular la creatividad, lo que es beneficioso en trabajos que requieren pensamiento innovador o resolución de problemas.
Como puedes ver, la música tiene muchos puntos positivos, de aquí que cada vez más empresas recomienden a sus trabajadores escuchar música durante el horario laboral.
Motivos para prohibir la música en el trabajo
Una de las razones principales es la distracción. La música puede convertirse en un factor que interfiere con la concentración, especialmente en entornos que requieren alta atención, como hospitales o trabajos de atención al cliente. Además, si sólo algunos empleados pueden escuchar música, esto puede causar desigualdad en el acceso, generando resentimiento entre los miembros del equipo.
Otra consideración es el impacto en la comunicación. En roles donde la interacción y la comunicación son clave, escuchar música puede dificultar la capacidad de los empleados para comunicarse de manera efectiva. Asimismo, muchas empresas tienen normas internas que prohíben el uso de dispositivos personales, esto se hace para proteger la privacidad y la seguridad de la información.
Finalmente, la música también puede generar problemas técnicos, como afectar el ancho de banda de la red de la empresa, lo que podría impactar negativamente en la productividad general. En resumen, la prohibición de la música en el trabajo puede estar relacionada con la cultura de la empresa y la naturaleza del trabajo, así como la necesidad de mantener un ambiente laboral productivo y colaborativo.
¿Cuáles son los derechos de los trabajadores?
Una empresa no puede prohibir a la ligera a un trabajador escuchar música. Siempre debe hacerlos teniendo en cuenta las políticas internas de la empresa y las leyes laborales vigentes en el momento.
La gran mayoría de empresas cuentan con políticas de empresa. En esas políticas se suele especificar si está o no prohibido escuchar música durante las horas de trabajo. Si la política de la empresa prohíbe el uso de dispositivos personales o la música, los empleados están obligados a seguir esas reglas.
En el caso de que no haya nada regulado y el trabajador piense que escuchar música puede ser una buena idea, siempre puede ponerse en contacto con el departamento de recursos humanos. Ellos no solo mostrarán los fundamentos de esa prohibición, sino que también podrían intentar legalizar esa práctica. Eso lo harán si analizan la situación y ven que la música realmente podría beneficiar a los trabajadores. Normalmente beneficia, pero no siempre es la mejor opción.
Los derechos laborales también pueden ser una vía para poder aprobar escuchar música en el trabajo. Pero en esos derechos también se incluyen los apartados de seguridad. Es decir, si la empresa piensa que escuchar música podría ir en contra de la seguridad de sus trabajadores, entonces la misma seguirá prohibida. Por ejemplo, las empresas que trabajan con máquinas no suelen recomendar escuchar música, sobre todo a volumen alto. Se necesita estar atento a cualquier aviso y la música impediría ese aviso. Recuerda, primero es la seguridad y luego la música.
¿Qué es mejor los altavoces o los auriculares para escuchar música en el trabajo?
No es una respuesta fácil porque todo depende del trabajo que se está realizando. La música del hilo musical suele ser una buena opción cuando la empresa quiere que se escuche de fondo música. Así los trabajadores están atentos a su trabajo, se pueden comunicar y además pueden atender a los clientes si fuese necesario. Un ejemplo lo podemos ver en las tiendas de productos de música, supermercados…
Los auriculares pueden ser una buena opción cuando los trabajadores en cierta manera deben trabajar a nivel individual y no necesitan atender a los clientes de manera directa. La música personalizada ayuda a que la concentración sea mayor en cada persona y así se consigue un ambiente más agradable.
Lo importante es analizar qué opción encaja mejor en cada caso para que el trabajador pueda ver si realmente merece la pena escuchar música o no. Dicho esto, en principio no debería haber problemas para poder escuchar música en el trabajo, siempre y cuando no interfiera de manera negativa en la seguridad y productividad.