Aunque en las películas parece que trabajar en EEUU es muy fácil, la verdad es que no lo es tanto, sobre todo si se quiere conseguir un trabajo legal. A continuación, te vamos a mostrar lo que necesitarás, es verdad que en principio puede parecer complicado, pero sabiendo que hay que hacer es un poco más fácil.
- Visado de trabajo
Lo primero que debes saber es que se necesita visado para viajar a Nueva York como nos comentan desde Wendy´s Guide. Los residentes internacionales necesitan una visa adecuada para trabajar en Estados Unidos, salvo que provengan de países exentos, como los incluidos en el Programa de Exención de Visa (VWP). Sin embargo, esta excepción solo es válida para estancias breves y no permite realizar actividades laborales remuneradas. Entre las principales visas laborales se incluyen:
- Visa H-1B: diseñada para profesionales especializados con ofertas de empleo en sectores como ingeniería, ciencias, matemáticas, tecnología o medicina. Requiere que el empleador apoye la solicitud y que el trabajador tenga un título universitario o experiencia equivalente.
- Visa L-1: permite la transferencia de ejecutivos o gerentes dentro de la misma empresa, cumpliendo ciertos requisitos.
- Visa O-1: para personas con habilidades excepcionales en áreas como las artes, la ciencia, los negocios o el deporte.
- Visa E-2: dirigida a quienes planean realizar una inversión significativa en una empresa estadounidense.
- Formulario i9
Tras obtener la aprobación de tu visa de trabajo, el siguiente paso será rellenar el Formulario I-9, utilizado para confirmar tu autorización para laborar en los Estados Unidos. Este documento debe ser completado por tu empleador en un plazo máximo de tres días después de tu contratación. Su propósito es verificar tanto tu identidad como tu derecho legal para trabajar en el país. Para completar este proceso, se requiere la presentación de ciertos documentos que validen tu estatus migratorio, tales como:
Un pasaporte vigente. Una tarjeta de residencia permanente (Green Card). Una visa de trabajo válida. Un permiso laboral, en caso de ser solicitante de asilo o tener otro tipo de visa.
- Número de Seguro Social
El Número de Seguro Social (SSN) es esencial para poder trabajar en Estados Unidos, ya que permite llevar un control de los ingresos y garantizar el pago de impuestos. Además, este número es necesario para acceder a beneficios como la cobertura médica y la pensión. Sin él, tu empleador no podrá informar tus salarios al gobierno, lo que limita el acceso a muchos servicios y beneficios.
Para conseguirlo, es necesario dirigirse a la Administración del Seguro Social (SSA). Aquellos que ya cuentan con una visa de trabajo pueden solicitar el SSN al llegar a Estados Unidos. Si ya vives en el país, el proceso para obtenerlo suele tardar entre una y dos semanas, aunque puede variar dependiendo de la región.
- Permiso de trabajo
Si tu visa de trabajo te otorga la posibilidad de laborar en Estados Unidos sin limitaciones, no será necesario obtener una autorización adicional para trabajar. No obstante, si eres un estudiante o posees una visa que no permite actividades laborales, deberás tramitar un permiso de trabajo. El proceso para hacerlo implica la presentación del Formulario I-765.
Para ser aprobado, es esencial que los solicitantes demuestren que cumplen con los criterios específicos, como ser estudiantes con visa F-1 que desean empleo relacionado con su campo de estudio. Este procedimiento asegura que aquellos que no cumplen con las condiciones de su visa para trabajar puedan regularizar su situación y acceder a oportunidades laborales legales dentro del país.
¿Qué otros documentos se necesitan?

Es esencial tener en cuenta una serie de documentos adicionales que pueden ser necesarios, dependiendo del tipo de visa que se solicite y las especificaciones del empleador.
Uno de los requisitos clave son los certificados académicos, que varían según el tipo de visa. Si la visa exige un título universitario, será necesario presentar los documentos que validen tu formación. Esta documentación es crucial para demostrar que cumples con los requisitos educativos establecidos por las autoridades migratorias.
Otro aspecto fundamental es la experiencia profesional. Para visas como la H-1B, por ejemplo, se solicita que los solicitantes acrediten una experiencia laboral pertinente al área de trabajo. Es importante contar con cartas de recomendación, contratos de trabajo previos u otros documentos que respalden tu historial profesional y demuestren tu competencia en el campo.
En casos como las visas de inversionistas o la L-1, se solicita la demostración de fondos suficientes. Los solicitantes deben probar que cuentan con el capital necesario para mantenerse durante su estancia en Estados Unidos sin depender de la asistencia pública. Este requisito es esencial para garantizar que el solicitante pueda cubrir sus gastos mientras trabaja o realiza su inversión.
Estos documentos adicionales son clave para facilitar el proceso de aprobación de la visa y asegurar el cumplimiento con los requisitos establecidos por las autoridades migratorias. Es recomendable preparar toda la documentación con antelación y verificar las exigencias específicas según el tipo de visa solicitado.
¿Hay que pagar impuestos?
Comprender las obligaciones fiscales en Estados Unidos es crucial desde el momento en que inicias una actividad laboral. Dependiendo de tu ubicación y el tipo de empleo, tu empleador descontará los impuestos correspondientes, tanto federales como estatales y locales. Esta retención se realiza de forma automática, pero tu responsabilidad no termina ahí. Es necesario presentar una declaración de impuestos anualmente para garantizar que todos los pagos estén correctamente registrados y ajustados.
Si trabajas en el país con una visa, los impuestos se aplican de la misma manera que a los ciudadanos estadounidenses, lo que implica que debes cumplir con las normativas fiscales del mismo modo. Es fundamental tener claridad sobre cómo manejar esta situación para evitar complicaciones.
Dada la complejidad del sistema tributario estadounidense, es aconsejable contar con la orientación de un experto en impuestos o un abogado especializado en inmigración. De esta manera, podrás asegurarte de que cumples con todas las regulaciones fiscales y evitar inconvenientes con el IRS (Servicio de Impuestos Internos), la agencia encargada de supervisar los impuestos en el país. La asesoría adecuada puede prevenir errores que resulten en sanciones o problemas legales.





