Cuando vamos a realizar una tarjeta de visita, tenemos que cuidar todos los detalles para poder ofrecer una buena imagen de nuestra persona y marca. Por ese motivo, a la hora de elaborarla no solo debemos tener en cuenta el diseño, también el tipo de papel. Aunque pueda parecer algo secundario, un papel de calidad siempre mostrará calidad y eso ayudará a mejorar nuestra imagen. Como puedes imaginar, cuando un cliente tiene una buena imagen de nosotros, es mucho más fácil que contrate nuestros servicios.
Mejores tipos de papel para realizar tarjetas de visita
Para que la experiencia sea siempre buena, es importante que el papel usado cuente con un buen gramaje. Es verdad que el gramaje hará que el coste por cada una de las tarjetas sea superior, pero merece la pena porque a cambio conseguirás que la tarjeta de visita ofrezca una buena imagen de ti o de tu negocio. Si no sabes qué es el gramaje, debes saber que es la densidad superficial del papel. Esa información siempre la podrás ver en g/cm2.
Gracias a un buen gramaje, la tarjeta de visita no solo resulta más interesante, sino que tardará más tiempo en degradarse. Si el cliente la guarda, es importante que la tarjeta se mantenga en buen estado durante mucho tiempo para que pueda acceder a tu información con facilidad.
Comentado ese detalle, pasamos a mostrarte los principales tipos de papel que se suelen usar para elaborar las tarjetas de visita.
1- Papel de cartulina
Es uno de los materiales más usados a la hora de elaborar tarjetas de visita. Es un tipo que ofrece durabilidad y además es fácil de imprimir, de aquí que sea una buena opción. Para conseguir una buena experiencia, siempre se suele usar cartulina blanca de calidad. En https://dical.es/8-cartulina-blanca podrás encontrar la variedad de cartulina blanca que necesitas para que tus tarjetas de visita queden perfectas.
Como nos comentan los expertos de Dical, la cartulina blanca se suele usar por su precio económico y su durabilidad. Realmente es una variedad de material interesante para conseguir un buen resultado.
2- Papel offset
También conocido como el clásico folio. A la hora de elegir este material podemos elegir entre diferentes gramajes. Lo más común suele ser elegir un gramaje mínimo de 80 g/cm2 y un máximo de 280 g/cm2. Dependiendo del resultado que busques tendrás que optar por un gramaje mayor o menor. Es importante dejar claro que no es lo mismo un papel offset que una cartulina blanca.
3- Papel couché
También conocido bajo el nombre de papel estucado. Es otro de los materiales más usados a la hora de imprimir tarjetas de visita, gracias en parte a que la blancura es tan buena que el resultado siempre suele ser muy bueno.
Estamos ante un material que cuenta con una buena suavidad y una gran absorción de tinta. Gracias a esa combinación se puede conseguir plasmar correctamente todos los detalles, de aquí que sea una buena opción para las personas más exigentes. Dentro de esta variedad podemos elegir entre un acabado mate o brillante. Todo dependerá de la imagen que queramos dar a los clientes.
4- Papel fotográfico
El papel es de muy buena calidad, pero también caro. Es una opción ideal para los que quieran mostrar sofisticación y en consecuencia la mejor cara. Uno de los puntos fuertes es que se puede imprimir sobre este papel en muy alta resolución. Es una alternativa que suelen usar sobre todo los profesionales de la imagen, así demuestran que saben hacer muy bien su trabajo.
Dependiendo de lo que se busque se puede elegir entre diferentes gramajes y también entre la opción de brillo o mate.
¿Cuáles son los mejores acabados para las tarjetas de visita?
En algunos tipos de papel como couché o fotográfico cabe la opción de elegir entre diferentes acabados. Para ayudarte a elegir la mejor opción, nuestros amigos de Dical nos han comentado cuando es mejor usar cada uno de los acabados. Aunque como nos indican, si no quieres complicarte demasiado la vida, con la cartulina blanca puede ser más que suficiente para obtener un buen resultado.
- Mate: es el acabado que más se suele usar en las tarjetas de visita. Uno de los puntos fuertes es que permite visualizar la información fácilmente, gracias a que los reflejos no se dan lugar. Además ofrece la opción de escribir sobre la tarjeta y así sacarle más partido. Por ejemplo, puedes poner el coste del presupuesto para que el cliente lo recuerde.
- Brillo: es una capa de barniz que aporta brillo a la tarjeta. Se puede aplicar en su totalidad o solo en unas partes el brillo UVI. Crea un efecto que suele llamar mucho la atención.
- Satinado: es un tipo de acabado que se suele usar en los diseños en los cuales se quiere llamar la atención con una imagen. La imagen puede conseguir más nitidez, lo que hace que la experiencia sea de más calidad. En cierta manera cuenta con un efecto brillo que suele llamar la atención de los clientes que reciben la tarjeta.
- Seda: se puede decir que es un término medio entre brillo y mate. En ocasiones se suele optar por esta opción porque permite disfrutar de una gran versatilidad. Lo que está claro es que este acabado siempre ayuda a que la lectura del texto y de la imagen sea fácil.
- Verjurado: no suele ser una opción muy usada. Ofrece una sensación de calidad y aspecto clásico, por lo que hay que tener cuidado con este acabado. No todas las tarjetas se adaptan bien a este estilo. Dependiendo de cual sea tu negocio deberás optar por este estilo o no.
- Plastificado: en este caso se cubre la tarjeta con un plástico muy fino. El objetivo es crear una mayor rigidez y así conseguir que la tarjeta pueda durar mucho más tiempo. Es como el DNI, está plastificado y eso ayuda a que la información dure mucho más tiempo.
Como has podido ver, hay diferentes acabados. Lo importante es tener claro qué imagen queremos dar y el presupuesto que tenemos para fabricar un tipo de tarjeta u otra. Recuerda, la tarjeta será parte de tu imagen, no deberás recortar demasiado en costes o podrías mandar una mala imagen a tus clientes.