Hay cantidad de profesiones en las que es indispensable contar con ropa de trabajo durante la jornada laboral por diversos motivos. En ocasiones, es por una cuestión de protección al trabajador o de higiene, ya que existen profesiones realmente delicadas en este sentido. En otros casos simplemente se trata de una forma de diferenciar a aquellos que son trabajadores de la empresa para que los clientes sepan a qué personas deben dirigirse buscando información.
Sea cual sea el caso, esta ropa de trabajo debe permanecer siempre en buenas condiciones, puesto que tendrá que resultar cómoda e higiénica en todo momento. Pero, ¿cada cuánto tiempo hay que dar ropa de trabajo para que cumpla con los estándares de calidad esperados?, ¿de quién es la responsabilidad?
Son cuestiones que suelen generar dudas tanto en las empresas como en los empleados y que trataremos de resolver de manera detallada en este artículo. Sigue leyendo y aclara todas estas cuestiones.
¿Quién debe pagar la ropa laboral?
Hay multitud de empresas que apuestan por la ropa laboral por una cuestión de preferencia particular o para construir una imagen de marca. De hecho, es posible adquirir ropa de trabajo personalizada en TusKamisetas.com para cantidad de sectores diferentes y siguiendo la misma línea visual de la compañía.
Sin embargo, según la Ley de prevención de riesgos laborales 31/1995, su uso solo va a ser obligatorio cuando la seguridad de los trabajadores lo requiera. No obstante, la empresa puede crear una línea de ropa para empleados sin que tenga necesidades de seguridad y hacer de su uso algo imprescindible en el trabajo, siempre que lo deje claramente contemplado en el contrato laboral.
Cuando las empresas se decantan por hacer del uniforme de trabajo algo obligatorio por seguridad, tienen que proporcionar estas prendas a sus trabajadores sin que suponga coste alguno para ellos. Esto significa que es la compañía la que se hace cargo de comprar y pagar las prendas.
En los casos en los que llevar el uniforme no es una cuestión de riesgo laboral, pueden quedar exentas de este pago. Los textiles que no son equipos de seguridad pueden correr a cargo de los propios trabajadores.
A efectos prácticos, la realidad es que siempre suelen ser las empresas las que abastecen de este recurso a sus plantillas. Al fin y al cabo, es una decisión privada (o bien una necesidad de protección) y el empleado no tiene por qué verse cargado con esta obligación. Para evitar que se muestren reacios a ello, las compañías deciden tomarlo como un gasto de empresa y procurar los textiles necesarios a todos los profesionales que trabajan en ellas.
¿Cada cuánto tiempo hay que renovar la ropa de trabajo?
Lo más habitual es entregar dos uniformes a cada trabajador por año. Esto se hace para que los empleados puedan usar la ropa laboral y tener otra disponible de recambio cuando se lava la primera o si sufre algún incidente que manche las prendas.
En los trabajos en los que se opera en exteriores o con condiciones climáticas más extremas, por ejemplo, con el calor del verano, es común dar otros uniformes aparte en esta época del año que se adapten mejor a las circunstancias. Pueden ser modelos más ligeros o de manga corta, en favor de la comodidad de la plantilla.
Todas estas renovaciones se dan en las ropas laborales comunes, las que son una opción de la propia empresa. Sin embargo, cuando se trata de equipos de protección específicos, habrá que seguir la normativa de seguridad que contempla su cambio y desinfección de una forma más concreta. De hecho, en algunos casos, existen equipos que son desechables y solo deben emplearse en una ocasión.
¿Puedes cambiar de ropa laboral antes de tiempo? Razones para solicitar ropa nueva
Hay determinadas circunstancias ante las que la ropa de trabajo se puede cambiar antes del tiempo habitual o estipulado. Estas renovaciones no son habituales, sino algo determinado por un suceso que sea tanto previsto como imprevisto. A continuación, te explicamos cuáles son los casos concretos.
Rotura o desperfecto de la ropa laboral
Se puede solicitar un cambio de la ropa de trabajo cuando esta se rompa o se deteriore de alguna manera. Esto es especialmente relevante en los casos en los que este desperfecto pueda poner en riesgo la seguridad del empleado, en aquellas prendas que cumplen una función de protección durante el trabajo.
Cambio en la imagen corporativa
Las empresas también se pueden encontrar en una situación de cambio integral en la que modifiquen su imagen corporativa al completo: el logotipo, los colores, la línea editorial… Y esto se puede dar en cualquier momento por diferentes circunstancias, o simplemente por la elección del departamento de marketing. En ese caso, es posible que se encarguen nuevos uniformes en concordancia con el estilo renovado de la marca y que entreguen a todos los trabajadores.
Nuevas medidas de seguridad
La ropa laboral que es obligatoria y que está destinada a la seguridad de los trabajadores siempre va a estar sujeta a las normas vigentes. En algunos casos pueden cambiar la normativa de protección que las empresas están obligadas a cumplir. En su responsabilidad estará el proporcionar los equipos acordes con la nueva legislación en el plazo impuesto y cumplir con todas las exigencias.
Condiciones climáticas
En las zonas con grandes cambios climáticos o en profesiones concretas que se ven afectadas por la meteorología del momento, se pueden dar uniformes acordes con cada circunstancia. Los que son más completos y gruesos durante el invierno y aquellos más transpirables para mayor comodidad en las estaciones de calor.





